Publicado en el 2005, en ocasión del cuarenta aniversario de UNAPEC, el libro que aquí se presenta recoge las ponencias y debates realizados en el coloquio “Los intelectuales y el poder”, actividad organizada por esta misma universidad dos años antes, en noviembre de 2003. Los aportes y ponderaciones que sobre el tema hicieron los expositores y las preguntas y señalamientos concretos que el público participante formuló sugieren ante todo la idea de que el intelectual debería pensar y actuar desde la libertad de su conciencia, única instancia a la que estaría obligado a servir. Es por eso que tendría que asumir su lugar en la periferia, en las antípodas del poder centralizador y totalizador, pues solo así su obra no se volvería instrumento de un discurso omnipresente, ubicuo, que no solo se encuentra en el Estado y en las organizaciones partidarias, sino que también estructura la organización globalizada de las fuerzas económicas y productivas y la homogeneizante cultura de masas. En un mundo global totalizante, quizás el primer y único deber que defina la condición de intelectual sea el de luchar por la propia independencia, el aprender a ser libre cada vez.